Mientras de rodillas fregaba, de la mugre saltó una chispa.Evitar quisiera que se prendiera en su pelo y al sacudirle con periódico vaivén la chispa se escondió en el bolsillo del delantal donde estaba el dedal de la costura y allí se guareció y quedó y vivió y así cada vez que ella cosía, calambre en el dedo le daba y con gusto recordaba calambres de antaño, otrora juventud maravillosa.
Metastasio
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