El metrónomo como representación del Universo (para leer con paciencia)

(Conferencia o disparate meditado y debidamente documentado
a cargo de Isabor D. Los, impartida en el Salón de Actos del Club Náutico de Camarzana del Tera el día 52 , 7/8h.)

Señoras, señores, voy a comenzar esta conferencia con una cita de W. Hawking:

“Un protón (quarks) o un neutrón están constituidos por tres quarks “up” y un quark “down”; un neutrón contiene dos “down” y uno “up”. Se pueden crear partículas constituidas por los otros quarks (strange, charmed, botton, top ) pero todas ellas poseen una masa mucho mayor y decaen muy rápidamente en protones y neutrones.”

Este punto de partida nos permite explicar por qué el metrónomo contiene de una manera implícita todas las variantes de medición del universo y sus ritmos, hasta la subdivisión infinitesimal de la blanca o útero primordial. Gracias al metrónomo podemos relativizar todas las variantes del tiempo: cosmológico, geológico, ontológico, psicológico, real, imaginario y euclídeo.

Y como bien sabemos que el tiempo es oro, resolvamos el siguiente problema:

“un cubo de variante dimensional realiza un cálculo matemático complejo en 16 minutos y 40 segundos; y después de cambiar de dimensión lo hace en 1000 segundos.

¡¡¡¡CÓMO ES POSIBLE!!!!!

Solución:

En la figura adjunta podemos observar la representación del universo y sus variantes. El arquetipo metronómico, como la caja de Pandora, encierra todos los conceptos y su relación. Pongamos por ejemplo el caso de la Falla de San Andrés, que tarda 400 años en desplazarse 14 centímetros y comparémoslo con los contenidos emocionalmente intensos que transcurren en los 35 segundos de una de las “visiones fugitivas “ de Prokofiev.

Si disponemos no obstante lo emocional en círculos concéntricos veremos como no son comparables esos 35 seg. de la “visión fugitiva” con los 4 seg. que tarda en caer desde una torre de 60 metros la Lanzadera del Parque de Atracciones.

Pero el tiempo emocional siempre es más fiable que el real, a no ser que este sea medido por un reloj digital de la marca Kelvinator que se aproxima algo a la precisión impecable del metrónomo.

Veamos pues como el metrónomo puede medir todos los tiempos y contener así mismo los aparatos de medición de cada uno. La superposición de los distintos tiempos conforma intersecciones que generan espacios:

Esos espacios generan una energía que podemos llamar “singularidad” de cuyo análisis y situación nos ocuparemos en otro capítulo.

Los estudios que nos ocupan convergen con el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica, que reza: “según el principio de incertidumbre, Dios es el encargado de dar cuerda al metrónomo y de elegir las subdivisiones rítmicas tanto de las galaxias como de los protones y neutrones”.