domingo, 19 de enero de 2014

Entremés

Enero no es como diciembre sino después, cuando al fin pueden contemplarse los árboles despojados de turrones y ya no quedan por el suelo las hojas muertas en papel de envoltorio de regalos.

Enero, el frío está solo, paseando por los parques, reflejándose en los charcos helados y turbios. Mira por las ventanas de las casas a la gente con sus estufas y sus gatos. Duerme con los pájaros en las ramas de los árboles.

Enero, por una esquina el sol tarda un minuto más en desaparecer. 

http://youtu.be/ITwoGdXQ9s0

3 comentarios:

Esperanza Suárez dijo...

Delicioso.

Anónimo dijo...

Si yo tuviera que elegir ser un mes del año, no querría ser Enero. Creo que me mirarían mal y que todos estarían deseando perderme de vista. ¡Pobre Enero! ¡Pero si sólo hace lo que le corresponde! ¿No creéis? Minervina.

ella dijo...

Amigas, el pobre enero sigue con su cuesta a cuestas, pero a mi me encanta, es como un paréntesis entre los ciclos.