viernes, 17 de mayo de 2013

De acacias, inclemencias y ruidos varios.

Soledad es un buen sitio donde vivir, sin ruidos, sin forcejeos, como la acacia que ofrece sus ramas al nido y protege de las inclemencias. Inclemente es el tiempo y la vida, y no hay refugio. "Los demás" son otros, ajenos, que aprietan y ahogan, exigentes. Ellos están de más, y sobrando se alejan.


6 comentarios:

Sun Iou Miou dijo...

Desahogo.

ella dijo...

Ya se me nota...

Esperanza Suárez dijo...

De acuerdo sólo en parte. Los demás nunca se creen de más y nunca se van demasiado lejos, porque no soportan la soledad. Por eso estarán incordiando siempre con su ruido. Cualquier cosa con tal de no oir sus propios pensamientos o tal vez su silencio.

ella dijo...

Horror vacui. Esperanza, siempre tan lúcida.

Anónimo dijo...

Yo añadiría a lo escrito, Ella, que con los años, esa sensación o necesidad, llamémosla como queramos, se acentúa. Al menos es mi experiencia. No sé si es bueno o malo descubrirlo pero es inevitable. Minervina.

ella dijo...

Minervina, a veces me da envidia la gente que puede convivir con el ruido y las broncas, en este país educado en la escuela "Todoagritos"