viernes, 26 de octubre de 2012

Por si acaso



Ambrosius Benson
Rafael
Grammatica

Nos pintan como eran los órganos portátiles: tubos, fuelles, teclados y mujeres.

(Pues eso)

8 comentarios:

condado dijo...

Pero luego llegó el organillero para modernizar y hacer más popular, más digital y más urbana la cosa... Que el negocio es el negocio, tú...

Anónimo dijo...

Ante todo el negocio, sí señor. ¡Qué razón tiene Condado! Minervina.

ella dijo...

Mas bien la cosa se llama ahora acordeón, que por cierto, son bien caros.

Condado-Minervina, nos debemos un café en el Gijón para estudiar la cosa de los negocios esos que decís.

Apuntarse puede el resto de lectores.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Un tremendo error, me ha obligado a eliminar, el aporte que escribí.
Mi intención era decir que:
"Gracias por compartir tus maravillosos y espléndidos textos, donde nos narras historias magníficas de amables y enamoradas cariátides, instrumentos de viento con hermosas melodías escondidas y huertas variadas, creciendo en el verano gallego".
En cuanto a la invitación al Gijón, siempre es de agradecer, que es café literario, con solera reconocida.
Un abrazo...

Anónimo dijo...

Ya estoy apuntada a dicho encuentro con vosotros en el Gijón, Ella. Sólo espero día y hora, como te dije hace pocos días en los Madriles. Minervina.

ella dijo...

Julia, me sonrojas, que yo invento por devoción pero sin pretensiones.
Y gracias por estar ahí.

Miner, me pongo a lo del Gijón. Para mi cumpleaños, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Ella, los motivos son los motivos. Cada uno o una, los suyos. A mi me gusta lo que escribes. Por eso te sigo, porque informas, demuestras y compartes, con mucha comicidad. Además, simplemente, me agrada leerte.
Un abrazo.