Estoy bartok de todo,
bela
bartok de ese violín que me persigue,
de sus fintas precisas,
de las sinuosas violas,
de la insidia que el oboe propaga,
de la admonitoria gravedad del fagot,
de la furia del viento,
del hondo crepitar de la madera.
Resuena bela en todo bartok:tengo
miedo.
La música
ha ocupado mi casa.
Por lo que oigo,
puede ser peligrosa.
Échenla fuera.
(Ángel González)
No way out
Hace 3 años
9 comentarios:
Ese Angel González era un plasta y un cenizo. La música de Bartók es maravillosa, mi niña.
(Obsérvese la apostilla "mi niña", indicadora de mi perfecta adaptación al medio circundante).
Rick, Ángel González es uno de los mejores poetas que conozco en lengua castellana, amante de la música y bastante entendido. Eso no quita para que uno a veces se exaspere con las tensiones bartokianas.
Ironía. Os suena la palabra?
Sun Iou, que suerte tenerte aquí de nuevo. Ironías aparte.
Nunca he dejado de venir, Ella, aunque a veces no me manifieste. ;)
Ángel González es uno de mis poetas preferidos y creo que , en estos versos, expresa muy bien lo que a él le comunica esa música porque, además, acierta con lo que expresa Bartók.
Rick, independientemente de que no te guste este poema en concreto, te invito a que leas alguno de los primeros libros de Ángel González para que veas que ni es un plasta ni un cenizo. En lo que se refiere a poemas con la música como tema de fondo, te remito a alguno de sus POEMAS ELEGÍACOS, titulado "Sonata para violín solo" o "reverbera la música en los muros" tras cuya lectura no creo que puedas decir lo mismo sobre su poesía. Espero que me des, alguna vez, la razón tras haberlos leído. Una paisana de Ángel González. Minervina.
«¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?».
Y él le respondió: «Lo sé,
pero lo que yo siento es de verdad»...
Nada grave
!!!Cielos!!! gran debate.
Con dos meses de retraso regreso a este post para defender mi honra. Conozco toda la poesía de Angel González desde los 18 años (míos), y no me ha dejado huella. Poesía de verdad, la de don Luis de Góngora, y la de su hijo aquí en la Tierra: Vicente Aleixandre. Amén.
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