lunes, 27 de octubre de 2014

Reflexiones nocturnas de un pie de izquierdas


Yo aquí descansando tan agusto y el otro pobre en el suelo aguantando zapatilla. Supongo que mantendrá puesto el calcetín tan bonito que nos han puesto esta mañana, con su encaje transparente, cosa de los chinos seguro. La verdad es que hoy ha estado bien, nos han llevado de paseo por el parque, hemos podido pisar tierra, con todo lo que eso descarga de electricidad. Y nos hemos comportado como pies de primera, soportando el peso de cuerpo entero a cada paso. Me encanta ser un pie izquierdo, formar parte de algo conformado a trozos imprescindibles, tener un derecho par simétrico en espejo, aunque piense de otro modo, ahora dormido en zapatilla en lugar de ponerse cómodamente sobre la mesa !qué tonto!, claro que también querrá descansar de mi, toda la vida juntos hasta que la muerte nos separe, que tampoco, seguro que nos entierran en compacto. En cuanto acabemos de ver la tele todo el mundo a la cama. Ah!, y el calcetín a lavar, ya se encargan manos, que, por cierto, nos están muy agradecidas, dicen, pues con todo lo que trabajan, al menos no tienen que andar. Uf!!!

4 comentarios:

condado dijo...

Mejor no repartirnos en trocitos como una sociedad en bancarrota, estamos bien así, equilibrados, enteritos y que dure… A ver si le gusta esto

https://www.youtube.com/watch?v=VAJcYKEOowY

ella dijo...

Condado, ya leo que ha vuelto a bloguear, espero que con el corazón a la izquierda como debe ser, y bien latido.

condado dijo...

… Que terriblemente absurdo es estar vivo, sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido…

Ya ve, me recordó una canción de Aute

Anónimo dijo...

Esto de los pies izquierdos y derechos me recuerda que me está saliendo un ligero juanete. Cosas de la genética. En fin, un abrazo a todos los que estéis de pie. Minervina.