domingo, 8 de junio de 2014

El vals de las flores


Estaba en misa  Perigonio con su cáliz y corola cuando de pronto vio salir a Pimpollo a toda prisa - !qué desconsiderada! - pensó Perigonio enfadándose, y siguió rezándole a Gineceo mientras mascullaba entre dientes su insulto favorito: "podocarpacea". 

Sí, Pimpollo era ella, su preocupación, el lado femenino y lunático de Natura.

Pero ella había salido de misa no por desacato o falta de fe sino porque sintió de pronto la prefloración de su óvulo. Androceo había triunfado, su limbo foliar sostenía el verdadero tejido reproductor encerrado en las anteras. 

Pero esto ¿qué supondría? - pensó Pimpollo -  ¿un estigma de por vida?. No estaba ella preparada para ser flor soltera. 

Bien aconsejada por las monocotiledoneas acudió al grupo "Inflorescencias", plataforma  para la protección de hierbas desvalidas. 

Por lo pronto le ayudaron a aceptar su síndrome floral y después le aconsejaron que dejara de ir a misa y  de rezarle al Gineceo pues este no era dios sino un simple error de traducción de Perigonio. 

"No hay más dios que tú misma", le dijeron, y "Tú eres la flor que contiene a Androceo en mística unión". 

Aliviada y feliz Pimpollo abrió sus pétalos a la luz y gritó a sus compañeras:

 !Me siento Botánica, yujuuuu!

http://youtu.be/Lrqwu4FgG0I

2 comentarios:

Ricky Mango dijo...

Estoy de acuerdo en todo, señora mía.

Pero, ¿'podocarpacea' no se escribe con una hache entre la j y la m?

Anónimo dijo...

¡Lo que me he reído con lo que leo! Habría que ponerle un marco al texto.
Ricky, no seas exigente, hombre, jajajajaja.
Un abrazo a todos los lectores.Minervina.