sábado, 22 de febrero de 2014

Las rimas de febrero


Al atardecer las aves vuelan muy alto en bandadas, hadas refulgentes a quienes el sol dora las alas con los focos del ocaso. Van y vuelven por el aire formando coreografías como bailarinas sobre el escenario azul que nos envuelve. Porque pueden van y vuelven.





6 comentarios:

Esperanza Suárez dijo...

Exquisito.

Ricky Mango dijo...

Mis gafas de culo de botella me impiden discernir si realmente se trata de aves, de amebas o de patatas a la riojana pero, en cualquier caso, si se van, ¿por qué demonios regresan?

Si son patatas a la riojana la pregunta no es pertinente, lo sé, pero la pregunta es metafísicamente aceptable. Aristoteles dixit.

Amen.

ella dijo...

Gracias Esperanza.
Ricky, así es como veo ya de borroso el firmamento. "No cumpla años", me dice el oculista.

Anónimo dijo...

Le diré a Ricky que, cuando yo era ave y volaba al atardecer, muy alto, volvía siempre pero era porque se me olvidaba todo en el nido y no había más remedio que regresar a buscarlo. Seguramente a las aves de las que habla Ella les ocurre lo mismo. Las plumas estorban demasiado a la memoria. Minervina.

Esperanza Suárez dijo...

Y Dior dijo "hágase el bolso de mano", pero las aves seguían regresando porque no todos hacían juego con los zapatos. Y es que está escrito que en el principio fue el zapato de tacón. Me voy antes de que me parta un rayo.

ella dijo...

Esperanza, mira que se lo voy a contar a los petirrojos lo de los zapatos de tacón!!!