
Harta ya del jaleo de la luna y las estrellas la noche decidió replegarse en sí misma. Y al fin pudo dormir sola y a oscuras. En sueños supo que todo era ella y que ni el leve despuntar de la aurora ni el rápido tránsito del sol podrían interrumpir su nocturno en Mi bemol.
3 comentarios:
Pues a mí el nocturno que más me gusta es uno que empieza por Mi Sol.
Un texto agradabilísimo de leer. Todo poesía y lirismo. Minervina.
Gracias queridos, ¿y la foto? la tomé desde el balcón de casa la noche de la conjunción Luna-Júpiter y (alguien más que no recuerdo). La he puesto de fondo de pantalla en mi nuevo teléfono imposible de entender, yo que soy de "tecla" y lo del tacto digital como que no...En fin.
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