Cielo gris, mar plomizo. Una luz sale entre nubes, del oeste, poniéndose e iluminando de través, los tejados, las antenas de canal+ para ver el partido de esta noche y yo aquí colgada de este violín que no sé que me quiere decir.
Gooooooooooollllll
No way out
Hace 3 años
9 comentarios:
Me acabas de amargar la noche. Yo que había entrado aquí para olvidarme del mardito fúrbol...
Ahora que estamos en semanasanta, aportaré a este blog mi pequeña reflexión teológica: No es posible que un Dios infinitamente piadoso haya creado un Universo en el que pueda existir un espectáculo tan macarra y descerebrado como el furbo (conocido también como fúrgol, fúmbol o balompié).
El fúrbol es la prueba inapelable (por si hicieran falta muchas) de que Dios no existe. Amén.
¿Partido de qué? Me quedo con el Schubert ese o en su defecto (que no los tiene) con otro cualquiera.
Juas!
Y Rostropovich haciendo los pizzicatos con desgana, demasiado divo él como para estar de quinto en el quinteto.
Algo he tardado, pero me he atrevido. Gracias!
http://opoemaquehojepartilhariacomvoces.blogspot.com/2011/04/de-lo-efimero.html
Y acompañado de esta música, soberbio.
Ella, pues no te creas que ese paisaje gris y de mar plomizo del que hablas es despreciable. El mar me despierta siempre sensibilidades ricas en contenidos que sólo NO deseo compartir si es verano y estoy en la playa. Por lo demás, el mar puede tener, para mí, el color que prefiera: siempre me remite a mundos mágicos.
Rick, yo también comparto contigo la idea de que la NO existencia de Dios está demostrada en múltiples cosas pero no se me había ocurrido pensar que lo del futbol fuera una más. Así que lo siento por Dios o , mejor dicho, los dioses, pero está claro que ni existen ni querrían existir en caso de que se les preguntara. Un abrazo a todos. Minervina.
Sun Iou, si supiera Minervina...
Minervina si supieras el regalo que nos hizo Sun Iou...
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